Estoy en una fase de "sequía" emocional e intelectual: no rindo en el trabajo, no me centro, no me encuentro bien en ningún lado ni con nadie. No me apetece leer o escribir, ni salir, ni siquiera tirarme al sofá, comer dulces y ver películas. Ni siquiera la música me apacigua.No sé con quién hablar ni cómo explicar esta sensación de estar vacía, hastiada y profundamente triste.
No sé qué me pasa... y no sé cómo solucionarlo.
Mientras, las horas pasan, los días se me hacen eternos y voy empequeñeciéndome cada vez más: dejando que caiga sobre mí el chaparrón de reproches maternos, la indiferencia familiar, las preguntas inquisitorias de los "amigos", las miradas burlonas y malintencionadas de conocidos, compañeros y demás personajillos ajenos a mi vida pero, en cambio, muy interesados en ella.
Además sé que me culpan a mí misma de mi actual situación (-Tú lo has provocado, soluciónatelo tú-). Todos quieren "oir y saber" pero no escuchar, entender ni ponerse en mi lugar.