domingo, 20 de mayo de 2007

¿De psicólogo?

Siento que no soy yo...

He pasado un fin de semana estupendo con B, lleno de sentimientos, conversaciones, de música y risas pero no puedo dejar de pensar en lo que ha faltado... En lo que significa todo lo que hemos vivido (y hablado) estos 2 días.
Curiosamente, esto ha hecho que me plantee otras muchas cosas que no están relacionadas: que note lo mucho que echo de menos a mis padres, que me cuestione mi carrera y mi trabajo, que vea que quizá lo bueno que ven los demás en mí no es la verdad.

Me encuentro perdida, incapaz de tomar decisiones y lo que es peor aún, incapaz de afrontar las consecuencias de esas decisiones.

No río por todo, no disfruto de cada sensación como antes...

Siempre he creído que era de las personas que buscan el lado positivo a la vida, la parte buena de cualquier cosa; ahora creo que sólo he estado huyendo y mirando hacia otro lado para no enfrentarme a la realidad, que mi mente y mi corazón han ido creando un mundo paralelo a cada situación que he vivido, algo que me hiciera superar cada nuevo golpe y decepción, cada dificultad, cada no recibido, cada "atraso" de mis deseos y sueños.

Eso no es aprender la lección, eso no es madurar...

No quiero seguir dependiendo de lo que sientan los demás para sentirme bien conmigo misma, de ver que ellos son felices para serlo yo, ni escuchar canciones sólo porque las escuche alguien a quien quiero o interesarme por lo que les gusta llegando hasta no saber diferenciar qué es lo que realmente me gusta a mí. No quiero seguir esperando que las cosas salgan como creo que deberían para sentirme completa y volver a ser yo.

El problema es que no sé cómo salir de aquí; no sé cómo dejar de darle vueltas a todo, no sé cómo olvidar aquello que me hace daño, cómo no echar de menos a la gente que me importa, cómo aprender a hacer que las cosas no me influyan tanto y ser tan "cariño-dependiente".

Espero que esta etapa pase pronto (porque espero que sólo sea una etapa más en el camino), sobretodo esta odiosa sensación de que todo me afecta y de no poder dejar de llorar.

Creo que sería un caso interesante para la psicología, ¿no?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Querida amiga, te deseo mucha suerte.

He leído y me he identificado. Algunas veces crees que los demás sienten y actúan como lo harías tú, pero eso está muy lejos de la realidad.
Sabes? a mí en días como hoy, me gustaría ser menos sensible, darme menos a los demás, pensando que quizá así, sufrirás menos cuando das y no recibes.
Pero hay algo que está muy claro, al menos en mí...no puedo cambiar aunque eso me implique lágrimas y tristeza.

Besos cielo.

Toni dijo...

Hay un proverbio de no se donde, que dice: "Cuando estés confuso, no te muevas"
Para mí, los únicos que podemos solucionar nuestros problemas somos nosotros mismos. Aunque ello nos obligue a una introspección como la que haces tu en este texto. Creo que deberían enseñarnos a aprender a mirar en nuestro interior y ser capaces de distinguir lo que queremos de veras para nosotros mismos.

Un fuerte abrazo.