Hoy te he vuelto a ver, después de tanto tiempo, y para mí nada ha cambiado: sigues siendo tú, el mismo, en mi corazón: el chico que me hace reir con sus payasadas, al que escucho atenta cuando me explica algo, el que me hace ver la vida de una forma distinta y maravillosa, el que me hace sentir tantas cosas que a veces ni me reconozco, áquel que me enseñó a soñar y que ha transformado mi percepción de la amistad.
Sin embargo, no todo sigue igual; ya no eres "mi amigo", tienes una nueva vida, nuevos proyectos que no me incluyen y que apenas conozco (en realidad, nunca me han incluido pero al menos antes compartíamos vivencias y nos contábamos todo), quizás hasta haya alguien en tu corazón y en tus sueños... Ya no soy tu confidente y eso es lo que más me duele.
¿De verdad no has sentido nada al verme esta tarde? No puedo creer que todo mi cariño esté volcado en tí y tú sigas impasible ante él. Odio necesitarte tanto...

Y ahora nos volvemos a encontrar
y me preguntas qué tal me va...
.
Quisiera ser capaz, decirte la verdad,
decirte que me va realmente mal;
no te logré olvidar, ni lo intente quizás.
.
Quisiera ser capaz, mirarte y no temblar,
decirte que nadie me volvió a besar;
no te logré olvidar, ni lo intente quizás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario