lunes, 19 de octubre de 2009

Déjame decirte que te quiero

Déjame decirte que te quiero
aunque sean las distancias infinitas
déjame amarte, así, en silencio,
es todo lo que mi corazón te pide.

Déjame decirte que te quiero
aunque otra te lo diga a su modo;
ya ves, no pido mucho
y, a cambio, yo te lo doy todo.

Déjame decirte que te quiero
al oído, entre susurros,
para que nadie más que tú, sólo tú
sepa de este sentimiento mío.

Déjame decirte que te quiero
desde aquí, en la penunbra,
y entre verso y verso
escribiré tu nombre de algún modo.

domingo, 11 de octubre de 2009

No hay mañana para la felicidad

Una y otra vez creemos que la felicidad es cosa de mañana, de metas no alcanzadas y de objetivos no logrados.

Siempre pensamos y nos convencemos a nosotros mismos de que la vida será mejor después. ¿Cuándo? Después: después de terminar la carrera, después de conseguir trabajo, después de casarnos, después de tener un hijo, y entonces después de tener otro, etc.
Luego nos sentimos frustrados porque nuestros hijos no son lo suficientemente grandes y pensamos que seremos más felices cuando crezcan y dejen de ser niños, después nos desesperamos porque son adolescentes, difíciles de tratar.

Pensamos: seremos más felices cuando salgan de esa etapa.

Luego decidimos que nuestra vida será completa cuando a nuestro esposo o esposa le vaya mejor, cuando tengamos un mejor coche, cuando nos podamos ir de vacaciones, cuando consigamos el ascenso, cuando nos retiremos.

Y, sin ninguna duda, la verdad es que “no hay mejor momento para ser feliz que ahora mismo”.
Si no es ahora, ¿cuándo? La vida siempre estará llena de “más tarde”, de nuevos retos. Es mejor admitirlo y decidir ser felices ahora de todas formas.

No hay un luego, ni un camino para la felicidad, la felicidad es el camino y es “ahora”.

“Disfruta cada momento que vives” y atesóralo más, porque lo compartiste con alguien especial; tan especial que lo llevas en tu corazón y recuerda que:“El tiempo no espera a nadie”.

Así que deja de esperar hasta que termines la universidad, hasta que te enamores, hasta que encuentres trabajo, hasta que te cases, hasta que tengas hijos, hasta que se vayan de casa, hasta que te divorcies, hasta que pierdas esos diez kilos, hasta el viernes por la noche o hasta el domingo por la mañana, hasta la primavera, el verano, el otoño o el invierno, o hasta que te mueras, ¡para decidir que NO HAY MEJOR MOMENTO QUE justamente ESTE PARA SER FELIZ!

“La felicidad es un trayecto, no un destino. Trabaja como si no necesitases dinero, ama como si nunca te hubieran herido y baila como si nadie te estuviera viendo”.

lunes, 21 de septiembre de 2009

Instrucciones para llorar

"Dejando de lado los motivos, atengámonos a la manera correcta de llorar, entendiendo por esto un llanto que no ingrese en el escándalo, ni que insulte a la sonrisa con su paralela y torpe semejanza.
El llanto medio u ordinario consiste en una contracción general del rostro y un sonido espasmódico acompañado de lágrimas y mocos, estos últimos al final, pues el llanto se acaba en el momento en que uno se suena enérgicamente.
Para llorar, dirija la imaginación hacia usted mismo, y si esto le resulta imposible por haber contraído el hábito de creer en el mundo exterior, piense en un pato cubierto de hormigas o en esos golfos del estrecho de Magallanes en los que no entra nadie, nunca. Llegado el llanto, se tapará con decoro el rostro usando ambas manos con la palma hacia adentro.
Los niños llorarán con la manga del saco contra la cara, y de preferencia en un rincón del cuarto. Duración media del llanto, tres minutos."

Julio Cortázar

martes, 4 de agosto de 2009

Acuérdate de lo bueno

Hoy necesito releer estas palabras:

Cuando el cielo esté gris...
Acuérdate cuando lo viste profundamente azul.
Cuando sientas frío...
Piensa en un sol radiante que ya te ha calentado.
Cuando sufras una temporal derrota...
Acuérdate de tus triunfos y de tus logros.
Cuando necesites amor...
Revive tus experiencias de afecto y ternura.

Acuérdate de lo que has vivido y de lo que has dado con alegría.
Recuerda los regalos que te han hecho, los abrazos y besos que te han dado, los paisajes que has disfrutado y las risas que de ti han brotado.
Acuérdate de todas las personas que te quieren y siguen queriendo, de todo el bien que has hecho y sigues haciendo.
Acuérdate de aquella música que te hizo feliz, ahora escucha su melodía en lo más profundo de tu corazón.

Alégrate de que el silencio sea ese remanso de paz que te recuerda una flor, una hoja caída, un árbol frondoso, el agua que se desliza incesantemente de una fuente, un pájaro que brinca y que con sus revoloteos vuela de una rama a otra.
Acuérdate de los momentos de reuniones, cumpleaños, fiestas, bailes... que en tu honor o compartiendo te alegraron la vida.

Sé feliz.
Si esto has tenido, lo puedes volver a tener y lo que has logrado, lo puedes volver a ganar.

Alégrate por lo bueno que tienes y por lo bueno de los demás, acéptalos tal cual son; desecha los recuerdos tristes y dolorosos, y sobretodo no tengas ningún rencor, no te lastimes más.

Piensa en lo bueno, en lo amable, en lo bello y en la verdad.
Recorre tu vida y detente en donde haya bellos recuerdos y emociones sanas y vívelas otra vez.
Visualiza aquel atardecer que te emocionó.
Revive esa caricia espontánea que se te dió.
Disfruta nuevamente de la paz que ya has conocido, piensa y vive el bien.
Nunca te olvides que Dios te ama inmensamente y que te necesita mucho, para seguir en la gran Obra de la Salvación.

Allí en tu mente están guardadas todas las imágenes;
¡y sólo tú decides cuáles has de volver a mirar!

lunes, 20 de julio de 2009

Historias de D

Estos últimos días están sucediendo muchas cosas en mi vida; no grandes cambios pero sí pequeños momentos que me hacen salir de la rutina diaria, ilusionarme y confundirme al mismo tiempo.

Hay alguien a quien me estoy "acercando" mucho últimamente: pasamos bastantes horas juntos, intentamos sacar tiempo para hablar, echarnos unas risas o si no podemos vernos, nos mandamos mensajes o nos dejamos notitas. Puede que todo esto suene a actitud infantil pero él hace más llevadera la rutina diaria y aguantar los "marrones" laborales, me hace ver las cosas de forma distinta, me anima, hace el payaso para que me ría, me dice lo guapa que estoy, me lleva dulces para merendar... En fin, que es un encanto, en todos los sentidos.
Y claro... entre que me trata como una reina (la mayoría de las veces), me hace sonreir como una niña, me da unos masajes estupendos, se da cuenta al instante de lo que me pasa..., y encima, yo me siento sola, y cuando veo cariño me aferro como una tonta, pues... ¡MARCHANDO LIO MENTAL !

Es algo imposible, por muchíiiiisimas circunstancias (la más importante es que él tiene pareja-¡no me creo que esté pensando todo esto de un chico con novia!-) y además, ni siquiera sé si a mí me gusta o sólo es una fantástica tabla de salvación pero... no puedo evitar ponerme nerviosa cuando se acerca y me roza, cuando se pone a hacerme cosquillas como si fuéramos dos niños pequeños, cuando me mira y me suelta un: ¡Pero qué guapa vas hoy!; no puedo evitar que me guste hablar con él horas y horas, que me ría cuando hace el payaso sólo para que se me pase un cabreo, que me encante ver cómo se preocupa por mí y... que sienta un nudo en el estómago cuando oigo hablar de su novia o los veo juntos.

A veces, cuando estamos solos (lo que es casi imposible) quisiera que se detuviera el tiempo y poder disfrutar de esos breves momentos de risas y complicidad. Sé que no es bueno ilusionarme con algo que no es (ni va a ser) pero esta mezcla de sensaciones hace que me sienta mujer, viva y especial y... eso no hace daño a nadie, ¿no?

Y si fuera capaz de mirarte y decir lo que siento...
Si pudiera tenerte más tiempo del tiempo que tengo...
Si pudieras venir a mi lado tan sólo un momento...
Si sólo fuera capaz de romper el silencio...
y detenerte en el tiempo.

domingo, 31 de mayo de 2009

Everytime we touch

Todavía siento tus caricias en mis sueños.

Porque cada vez que nos tocamos, noto esta sensación
y cada vez que nos besamos, te juro que puedo volar...
Quiero que esto dure; te necesito a mi lado.

Porque cada vez que nos tocamos, siento escalofríos
y cada vez que nos besamos, alcanzo el cielo...
No puedo dejarte ir; te quiero en mi vida.


sábado, 30 de mayo de 2009

Hay besos

¿Quién no ha pensado alguna vez cuál es la verdadera importancia de un beso?
Pero no en los dos besos "por compromiso" que se dan cuando te presentan a un desconocido, ni los que utilizas para saludar a tus amigos, ni siquiera los que das a cuando llegas a casa, te despides o vuelves de un viaje.

Hablo de besos de verdad: besos en los que se pone el alma, que transmiten todo lo que, muchas veces, somos incapaces de decir con palabras; besos llenos de ternura, pasión, complicidad y amor.

Todo lo que espero de tu vida,
es que me la regales por completo.
Que trepes de mis pies a mi cabeza,
que me quieras al revés...

Cuéntame verdades como puños,
no me mientas para bien o para mal.
Que me ruja aquí el océano en el pecho,
al averiguar si vienes o te vas.

Y que hacer con todo aquello con lo que no se da,
y que hacer con los "Te quiero" fabricados,
dejar que se despeñen de los labios,
o llenar con ellos pompas de jabón.

Hay besos, que se dan tan por costumbre,
que al final ya no se sabe
si son costumbre o son besos
pero los que tú me das,
son besos, y sólo besos,
porque aunque tú no lo sepas
te los robo cuando quiero,
te los robo cuando quiero.


miércoles, 20 de mayo de 2009

Todavía

Hace unos días nos dejó un gran escritor, Mario Benedetti, y me gustaría hacerle un pequeño homenaje, escribiendo aquí uno de sus poemas.

No lo creo todavía
estás llegando a mi lado
y la noche es un puñado
de estrellas y de alegría.
.
Palpo, gusto, escucho y veo
tu rostro, tu paso largo
tus manos y sin embargo
todavía no lo creo.
.
Tu regreso tiene tanto
que ver contigo y conmigo
que por cábala lo digo
y por las dudas lo canto
.
nadie nunca te reemplaza
y las cosas más triviales
se vuelven fundamentales
porque estás llegando a casa.
.
Sin embargo todavía
dudo de esta buena suerte
porque el cielo de tenerte
me parece fantasía
.
pero venís y es seguro
y venís con tu mirada
y por eso tu llegada
hace mágico el futuro.
.
Y aunque no siempre he entendido
mis culpas y mis fracasos
en cambio sé que en tus brazos
el mundo tiene sentido.
.
Y si beso la osadía
y el misterio de tus labios
no habrá dudas ni resabios
te querré más todavía.

viernes, 24 de abril de 2009

Tardes negras

Estoy en una fase de "sequía" emocional e intelectual: no rindo en el trabajo, no me centro, no me encuentro bien en ningún lado ni con nadie. No me apetece leer o escribir, ni salir, ni siquiera tirarme al sofá, comer dulces y ver películas. Ni siquiera la música me apacigua.
No sé con quién hablar ni cómo explicar esta sensación de estar vacía, hastiada y profundamente triste.
No sé qué me pasa... y no sé cómo solucionarlo.

Mientras, las horas pasan, los días se me hacen eternos y voy empequeñeciéndome cada vez más: dejando que caiga sobre mí el chaparrón de reproches maternos, la indiferencia familiar, las preguntas inquisitorias de los "amigos", las miradas burlonas y malintencionadas de conocidos, compañeros y demás personajillos ajenos a mi vida pero, en cambio, muy interesados en ella.

Además sé que me culpan a mí misma de mi actual situación (-Tú lo has provocado, soluciónatelo tú-). Todos quieren "oir y saber" pero no escuchar, entender ni ponerse en mi lugar.

jueves, 9 de abril de 2009

No te rindas

Hay momentos en los que parece que el mundo se nos viene encima, todo se ve negro y lejano... , entonces escuchas o lees algo que te hace recapacitar y te inyecta la fuerza necesaria para seguir disfrutando de la vida.
Hoy me han "regalado" este poema, lleno de verdad y optimismo y quiero compartirlo.

No te rindas, aún estás a tiempo
de abrazar la vida y comenzar de nuevo,
aceptar tu sombra, liberar el lastre y retomar el vuelo.
.
No te rindas, que la vida es eso,
continuar el viaje, perseguir tus sueños,
abrir las esclusas, destrabar el tiempo,
correr los escombros y destapar el cielo.
.
No te rindas, por favor, no cedas,
aunque el frío queme, aunque el miedo muerda,
aunque el sol se ponga y se acalle el viento,
aún hay fuego en tu alma, aún hay vida en tu seno.
.
Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo,
porque lo has querido y porque yo te quiero,
porque existe el vino y el amor es cierto,
porque no hay herida que no cure el tiempo.
.
Abrir las puertas, quitar los cerrojos,
bajar el puente y cruzar el foso,
abandonar las murallas que te protegieron,
volver a la vida y aceptar el reto.
.
Recuperar la risa, ensayar un canto,
bajar la guardia y extender las manos,
desplegar las alas e intentar de nuevo,
celebrar la vida, remontar los cielos.
.
No te rindas, por favor, no cedas,
aunque el frío queme, aunque el miedo muerda,
aunque el sol se ponga y se acalle el viento,
aún hay fuego en tu alma, aún hay vida en tu seno.
.
Porque cada día es un comienzo nuevo,
porque ésta es la hora y el mejor momento,
porque tienes alas y puedes hacerlo,
porque no estás sola y porque yo te quiero.

domingo, 22 de marzo de 2009

Florecer o marchitar

En uno de los libros que estoy leyendo, he encontrado unas páginas que describen muy bien lo que intenté plasmar hace unos días.

Cuentan que una tarde un rey amaba las plantas y las flores, al regresar de un largo viaje, decidió caminar un poco por su jardín. Recordaba que había dejado instrucciones precisas a los jardineros para el cuidado de cada planta. Sin embargo, descubrió con tristeza que sus árboles, arbustos y flores, muchos de los cuales había plantado él mismo con mucho trabajo, se estaban muriendo.

Con angustia, les preguntó qué les pasaba.

El Roble dijo que se moría porque no podía ser tan alto como el Pino. El Pino agonizaba lamentándose de no dar uvas como la Vid. En la pérgola, la Vid se moría de rabia porque no podía florecer como la Rosa; mientras, la Rosa lloraba por no poder ser fuerte como el Roble.
También el rey sintió que tenía ganas de llorar.

Entonces, en el rincón más lejano del jardín, vio un montón de florees creciendo, de todos los colores y rebosantes de salud y energía.
El rey se acercó y encontró a las Fresias floreciendo más frescas que nunca.

El rey preguntó:
- ¿Cómo es que crecéis tan saludables, alejadas de la fuente y posiblemente olvidadas de los cuidados de mis jardineros?

Las flores contestaron:
- ¡Quién sabe! Nosotras siempre supusimos que cuando nos plantaste querías que fuéramos Fresias. Si hubieras querido un Roble o una Rosa, habrías plantado aquí una Rosa o un Roble. En aquel momento supimos que nuestra manera de agradecerte la vida era ser las mejores Fresias que pudiéramos llegar a ser...
Y eso hicimos.

Ahora es tu turno.
Estás aquí para contribuir con tu fragancia al mundo en el que has nacido.
Simplemente, mírate a ti mismo.
Sé quien eres y sé consciente de ello.
No hay posibilidades de que seas otra persona.
Puedes disfrutar de ello y florecer regado con tu propio amor o puedes marchitarte en tu propia condena, tratando de ser otra cosa.

Tú decides.

jueves, 19 de marzo de 2009

Vale...
Llevo más de un mes y medio sin escribir ni una sola letra en mi blog.

De acuerdo...
He estado muy ocupada (como siempre) pero podía haber sacado algún huequecito.

Está claro...
Que me han pasado muchas cosas en estos días (buenas, malas, personales, laborales...) y que muchas veces he tenido la necesidad de escribirlas y desahogarme.

Eso sí...
El gran notición aún no ha llegado (¿Realmente podré escribirlo algún día?)

Siento...
No estar más comunicativa pero a pesar de que mi cabeza va a 1000 Km/h, mis manos están aletargadas y mis emociones están bloqueadas.

No obstante...
Este comentario es para deciros que "estoy", y daros las gracias a los que me escribís y preguntáis qué tal va todo.

Espero...
Volver pronto y poder contaros muchísimas cosas (interesantes, aburridas, emotivas o cotidianas)

miércoles, 18 de marzo de 2009

A veces resulta muy duro ser uno mismo, pensar como piensas, decir lo que sientes... y no ser rechazado por los demás o tratado como raro y fuera de lugar.

Me he sentido muchas veces así pero nunca como hoy el hecho de ser auténtica, sincera, transparente y expresiva, el ayudar a mis compañeros e intentar que todo vaya mejor, se ha vuelto contra mí y parece que debo pasar por la vida como una "gris" más, sin implicarme en las cosas ni con la gente, sin arriesgar ni apostar por nadie, sin hacer bien mi trabajo, ni expresar lo que siento a los que me rodean.

Parece que les va a mejor a los que se dejan llevar por la corriente, son autómatas, aprovechados e hipócritas pero "correctos", callados y poco contestarios.

Pero mi alma rebelde se niega a pensar que este mundo sea tan tristemente injusto con los "diferentes".

Yo soy yo.
No soy quien tú quieres que sea,
ni quien mi madre ni mi padre quieren,
ni quien mis compañeros de trabajo quieren que sea.
Tampoco soy como la moda quiere que yo sea.

Yo soy yo.

No pienso como los demás, pienso como yo mismo.
No actúo como mis ídolos, pues no los tengo.
Yo siento admiración por mí,
por ser capaz de ser yo,
en una sociedad donde pensar está mal visto,
en donde debemos comprar lo que nos venden,
sentir que no somos perfectos por no estar delgados,
no ser altos o no tener la piel firme.
¿Sabes qué?

La perfección es ser uno mismo,
aceptarse tal como se es,
no intentar agradar a las demás personas
ni ser como ellas quieren.

Soy buena persona, ¿por qué debo cambiar?
¿Acaso debo robar porque me roben?
¿Debo insultar porque me insulten,?
¿Debo engañar porque me engañen?
NO.
Las demás personas no cambiarán mi forma de ser.
Quien no me acepte, no compartirá mi vida.

Aunque realmente no sé quién soy (ni quién quiero llegar a ser) prefiero seguir averiguándolo a convertirme en una copia más de la sociedad.

lunes, 2 de febrero de 2009

Aghhh!

Hoy estoy muy cabreada, con todos y con nadie en particular, por todo y nada...
No sé, es muy extraño de explicar.
Tengo unas ganas locas de gritar, de llorar de rabia e impotencia y de sacar esta tremenda energía negativa-destructiva-arrolladora que me invade hoy.

Estoy harta de mi trabajo, de mis compañeros (Jolin, voy acumulando decepción con decepción. ¿Nunca aprenderé?), de mi hermana y sus chantajes, de las broncas de mi madre por los mismos temas de siempre (¿Cuando aprenderá que ya no soy una niña y me respetará un poco?) y... bueno, de mi vida en general.

Lo peor de todo es que los demás provocan en mí esta sensación pero ellos siguen inalterables, con su falsa sonrisa puesta y haciendo lo que les viene en gana.

Sé que no hay quien entienda lo que estoy escribiendo pero es que la primera que no se aclara soy yo.

Es un asco.

lunes, 5 de enero de 2009

La verdadera historia de Los Reyes Magos

Apenas su padre se había sentado al llegar a casa, dispuesto a escuchar como todos los días lo que su hija le contaba de sus actividades en el colegio, cuando ésta en voz algo baja, como con miedo, le dijo:
— ¿Papa? -
— Sí, hija, cuéntame. -
— Oye, quiero... que me digas la verdad. -
— Claro, hija. Siempre te la digo —respondió el padre un poco sorprendido.
— Es que... —titubeó Cristina.
— Dime, hija, dime. -
— Papá, ¿existen los Reyes Magos? -

El padre de Cristina se quedó mudo, miró a su mujer, intentando descubrir el origen de aquella pregunta, pero sólo pudo ver un rostro tan sorprendido como el suyo que le miraba igualmente.

— Las niñas dicen que son los padres. ¿Es verdad? -

La nueva pregunta de Cristina le obligó a volver la mirada hacia la niña y tragando saliva le dijo:
— ¿Y tú qué crees, hija? -
— Yo no sé, papá: que sí y que no. Por un lado me parece que sí que existen porque tú no me engañas; pero, como las niñas dicen eso... -
— Mira, hija, efectivamente son los padres los que ponen los regalos pero... -
— ¿Entonces es verdad? —cortó la niña con los ojos humedecidos—. ¡Me habéis engañado! -
— No, mira, nunca te hemos engañado porque los Reyes Magos sí que existen —respondió el padre cogiendo con sus dos manos la cara de Cristina. -
— Entonces no lo entiendo, papá. -
— Siéntate, cariño, y escucha esta historia que te voy a contar porque ya ha llegado la hora de que puedas comprenderla —dijo el padre, mientras señalaba con la mano el asiento a su lado. -


Cristina se sentó entre sus padres, ansiosa de escuchar cualquier cosa que le sacase de su duda, y su padre se dispuso a narrar lo que para él debió de ser la verdadera historia de los Reyes Magos:

— Cuando el Niño Dios nació, tres Reyes que venían de Oriente guiados por una gran estrella se acercaron al Portal para adorarle. Le llevaron regalos en prueba de amor y respeto, y el Niño se puso tan contento y parecía tan feliz que el más anciano de los Reyes, Melchor, dijo:
— ¡Es maravilloso ver tan feliz a un niño! Deberíamos llevar regalos a todos los niños del mundo y ver lo felices que serían. -
— ¡Oh, sí! —exclamó Gaspar—. Es una buena idea, pero es muy difícil de hacer. -
No seremos capaces de poder llevar regalos a tantos millones de niños como hay en el mundo. Baltasar, el tercero de los Reyes, que estaba escuchando a sus dos compañeros con cara de alegría, comentó:
— Es verdad que sería fantástico, pero Gaspar tiene razón y, aunque somos magos, ya somos ancianos y nos resultaría muy difícil poder recorrer el mundo entero entregando regalos a todos los niños. Pero sería tan bonito. -

Los tres Reyes se pusieron muy tristes al pensar que no podrían realizar su deseo. Y el Niño Jesús, que desde su pobre cunita parecía escucharles muy atento, sonrió y la voz de Dios se escuchó en el Portal:
— Sois muy buenos, queridos Reyes, y os agradezco vuestros regalos. Voy a ayudaros a realizar vuestro hermoso deseo. Decidme: ¿qué necesitáis para poder llevar regalos a todos los niños? -
— ¡Oh, Señor! —dijeron los tres Reyes postrándose de rodillas.
Necesitaríamos millones y millones de pajes, casi uno para cada niño que pudieran llevar al mismo tiempo a cada casa nuestros regalos, pero. No podemos tener tantos pajes., no existen tantos.
— No os preocupéis por eso —dijo Dios—. Yo os voy a dar, no uno sino dos pajes para cada niño que hay en el mundo. -
— ¡Sería fantástico! Pero, ¿cómo es posible? —dijeron a la vez los tres Reyes con cara de sorpresa y admiración. -
— Decidme, ¿no es verdad que los pajes que os gustaría tener deben querer mucho a los niños? —preguntó Dios.
— Sí, claro, eso es fundamental — asistieron los tres Reyes. -
— Y, ¿verdad que esos pajes deberían conocer muy bien los deseos de los niños? -
— Sí, sí. Eso es lo que exigiríamos a un paje —respondieron cada vez más entusiasmados los tres.
— Pues decidme, queridos Reyes: ¿hay alguien que quiera más a los niños y los conozca mejor que sus propios padres? - Los tres Reyes se miraron asintiendo y empezando a comprender lo que Dios estaba planeando, cuando la voz de nuevo se volvió a oír:
— Puesto que así lo habéis querido y para que en nombre de los Tres Reyes de Oriente todos los niños del mundo reciban algunos regalos, YO, ordeno que en Navidad, conmemorando estos momentos, todos los padres se conviertan en vuestros pajes, y que en vuestro nombre, y de vuestra parte regalen a sus hijos los regalos que deseen. También ordeno que, mientras los niños sean pequeños, la entrega de regalos se haga como si la hicieran los propios Reyes Magos. Pero cuando los niños sean suficientemente mayores para entender esto, los padres les contarán esta historia y a partir de entonces, en todas las Navidades, los niños harán también regalos a sus padres en prueba de cariño. Y, alrededor del Belén, recordarán que gracias a los Tres Reyes Magos todos son más felices. -

Cuando el padre de Cristina hubo terminado de contar esta historia, la niña se levantó y dando un beso a sus padres dijo:
— Ahora sí que lo entiendo todo, papá. Y estoy muy contenta de saber que me queréis y que no me habéis engañado. -
Y corriendo, se dirigió a su cuarto, regresando con su hucha en la mano Mientras decía:
— No sé si tendré bastante para compraros algún regalo, pero para el año que viene ya guardaré más dinero. - Y todos se abrazaron mientras, a buen seguro, desde el Cielo, tres Reyes Magos contemplaban la escena tremendamente satisfechos.

domingo, 4 de enero de 2009

Siete Regalos

Con el permiso de un amigo, voy a "plagiar" una entrada de su blog, que me ha gustado especialmente.

1. EL REGALO DE ESCUCHAR.
Sin interrupciones. Prestar atención a lo que te dicen y a como se siente el que habla.

2. EL REGALO DEL CARIÑO.
Ser generoso en acciones que demuestren el cariño a tu familia, amigos...

3. EL REGALO DE LA SONRISA.
Llena tu vida y la de los demás de sonrisas.

4. EL REGALO DE UN CUMPLIDO.
Un simple, pero sincero "que bien te queda el rojo", "has hecho un buen trabajo" o "fue una estupenda comida" pueden hacer especial un día.

5. EL REGALO DEL FAVOR.
Todos los días procura hacer un favor a alguien. Amasarás un tesoro.

6. EL REGALO DE LA GRATITUD.
La forma más facil de hacerse sentir bien a la gente es decirle "muchas gracias".

7. EL REGALO DE LA COMPAÑÍA.
Regala un poco de tu tiempo a esa persona que está sola o triste , a tus padres/hijos, a tus amigos. Y regálale un poco de tiempo a tu Dios.

jueves, 1 de enero de 2009

¡Feliz 2009!

Este año un solo deseo para todos: que seamos realmente felices.